Hace unos días entré a una tienda en
el centro de la ciudad y vi algo que no había visto en más de 10 años: una
botella de alcoholado glacial, lo que me remontó a una época personalmente dorada: mi infancia.
Este grandioso liquido verde, principal
exportación de Aruba sirve para refrescar después de una buena afeitada, aliviar el calor, dar masajes, o simplemente
aromatizar pues su esencia es sumamente agradable.
Esta botellita transparente con su bonito y llamativo pingüinito
para mí simboliza la síntesis de un
splash sencillo para esos días en que un toque de frescura es lo necesario para
comenzar el día.
Personalmente lo recomiendo como una
alternativa a los aftershave de alta gama y los splashs de afamadas marcas pero que no se encuentran tan a la mano.
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